Introducción
Las emociones desempeñan un papel fundamental en la toma de decisiones, especialmente en el ámbito institucional. Comprender cómo influyen en el comportamiento humano es esencial para líderes y empleados, en particular para aquellos de primera línea que enfrentan situaciones desafiantes de manera constante. Este artículo explora cómo las emociones afectan dicho proceso y cómo la psicología puede proporcionar herramientas para gestionar estas dinámicas en entornos organizacionales.
El impacto de las emociones en la toma de decisiones
La toma de decisiones no es un proceso puramente racional; está profundamente influenciada por las emociones. Mencio a Daniel Kahneman, psicólogo israelí-estadounidense reconocido por su trabajo en psicología del juicio y la toma de decisiones, así como en economía del comportamiento, por el cual recibió el Premio Nobel de Economía en 2002. Los hallazgos empíricos de Kahneman cuestionan el supuesto de racionalidad humana que prevalece en muchas teorías económicas modernas.
Recientemente, observé dos situaciones que ejemplifican esta influencia emocional:
Primero, una empresa que, al conocerse el tema de los aranceles, incrementó los costos de sus productos en un 200% del precio original, justificando la acción como una preparación ante posibles aumentos arancelarios. Sin embargo, esta decisión, orientada hacia el futuro, afectó sus ventas en el presente.
Segundo, una persona compartió que gastó 7,000 pesos mensuales en una aplicación china para comprar productos, debido al aumento de aranceles, y expresó que sentía que ya no podía seguir comprando de esa manera.
Estos ejemplos muestran que existe una delgada línea entre prepararse y reaccionar impulsivamente por una angustia anticipada. Si no se tiene esto en mente, las decisiones tomadas en organizaciones y en la vida cotidiana pueden tener efectos negativos graves.
Las organizaciones no son inmunes a la influencia de las emociones
Las instituciones son sistemas complejos donde las emociones afectan no solo a individuos, sino también a grupos y, en última instancia, al funcionamiento general de la organización. Es fundamental que las instituciones desarrollen una comprensión profunda sobre cómo las emociones impactan sus operaciones. Decidir sin analizar adecuadamente las emociones subyacentes puede generar problemas en la gestión y en el clima laboral. Además, los líderes que no reconocen ni gestionan sus emociones ni las de sus empleados pueden cometer errores críticos.
La psicología en las instituciones
La psicología psicodinámica, que se centra en el impacto de las experiencias y emociones en el comportamiento actual, ofrece valiosas perspectivas para las organizaciones. Al comprender los factores que afectan las emociones de los empleados, los líderes pueden crear entornos de trabajo más saludables y colaborativos. Incorporar la psicología en la gestión institucional es clave para que los trabajadores entiendan y aprendan a gestionar sus emociones. Esto permite mantener una visión más reflexiva en las decisiones, no solo enfocadas en el contexto económico, sino también en cómo respondemos ante estas circunstancias, brindándonos la oportunidad de actuar de manera más consciente y evitar reacciones impulsivas motivadas por angustias anticipadas.
Conclusiones y recomendaciones
Reconocer el papel de las emociones en la toma de decisiones es esencial para fomentar un ambiente laboral saludable. Las instituciones que integran la psicología en sus enfoques operativos aumentan sus probabilidades de éxito, promoviendo decisiones más reflexivas y una cultura organizacional más sólida.
