¿Alguna vez te has imaginado a tu psicólogo como una especie de oráculo, que te dice exactamente qué hacer en tu vida? Dejémoslo claro: los psicólogos no somos adivinos, ni tenemos una bola de cristal mágica que ilumina el camino de las decisiones. Aunque puede que algunas veces deseáramos tenerla, la verdad es que nuestro trabajo es guiarte a través de tu propio proceso de pensamiento y autoconocimiento.
Primero, déjame aclarar que la idea de que el psicólogo te dice qué hacer es tan real como un unicornio en un desfile. La razón por la que no te damos la respuesta es porque esas respuestas son cuestiones que SOLO tú puedes definir. Y no, no es que queramos hacerte la vida más difícil. Al contrario, queremos que descubras tus propias respuestas. Parte de nuestro trabajo es empoderarte, y eso significa ayudarte a que te des cuenta de que tienes la capacidad de decidir. En vez de dar respuestas, los psicólogos nos enfocamos en hacerte preguntas. ¿Por qué? Porque las preguntas son como pequeñas llaves que abren puertas en tu entendimiento. Al preguntarte "¿cómo te sientes sobre esto?" o "¿qué pasaría si hicieras esto?", estamos ayudándote a explorar nuevas perspectivas. Asumimos el rol de una especie de explorador en tu viaje emocional.
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Cuando enfrentas una decisión, ya sea sobre tu relación, trabajo o incluso qué sabor de helado elegir, lo que realmente importa es tu perspectiva. Nos gusta ofrecerte las herramientas necesarias para que tú solo llegues a una conclusión. ¿Te parece frustrante? A veces lo es, pero también es liberador.
La toma de decisiones es como pintar una obra de arte. Primero necesitas tus colores (o datos), luego un lienzo (tu mente) y, finalmente, el coraje de hacer una primera brocha. No se trata solo de elegir entre el azul y el rojo, sino de ver el cuadro completo y decidir qué quieres que represente. -"¿Y si me equivoco?"- Esa es la gran pregunta, ¿verdad? Tener miedo de tomar decisiones erróneas es lo normal. Pero ¿acaso no aprendemos más de nuestros errores que de nuestros aciertos? La vida es un engranaje de pruebas y errores. Y tu psicólogo está aquí para ayudarte a reflexionar sobre esos errores y a aprender de ellos.
Decidir no siempre será fácil y, honestamente, a veces puede parecer más complicado que armar un mueble sin instrucciones. Pero esa complicación es parte de la experiencia humana. Recuerda que tu psicólogo está a tu lado para apoyarte mientras tú navegas por tu propio mapa de decisiones. Al final, somos tus guías, no tus jefes.
En conclusión, el trabajo de un psicólogo no es decirte qué hacer. Si deseamos tener un impacto positivo en tu vida, debemos dejarte decidir tu próximo paso. Tu vida es tuya y tus decisiones son el espejo de quién eres. Y al final del día, eso es lo que realmente importa.
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